Abuso a turistas, la pobreza y el despojo. En esta captura de pantalla, el alcalde Dumek Turbay dialoga con Andrés Ochoa Silva, el turista colombo-mexicano abusado por supuestos operadores turísticos.
Abuso a turistas, la pobreza y el despojo. En esta captura de pantalla, el alcalde Dumek Turbay dialoga con Andrés Ochoa Silva, el turista colombo-mexicano abusado por supuestos operadores turísticos.

Terminó el puente de los Reyes Magos y, con ello, las fiestas de Fin de Año con una baja ocupación hotelera (84,67 %, frente a 94,77% de 2022) en Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, según información extraoficial de Cotelco. Cerca de 6 casos de abuso a turistas en La Heroica ―cometidos por operadores formales e informales― y que trascendieron la opinión pública nacional durante esta temporada, fueron debidamente comprobados por las autoridades. ¿Es posible que estos abusos se acaben automáticamente con la fallida transmisión del bastón de mando de un alcalde inepto a uno que sabe cómo es la cosa pública?

Independientemente de las causas del bajón de la ocupación hotelera, la respuesta a la pregunta que introduce el análisis es, sin duda, negativa. El abuso a turistas es solo el iceberg de un abuso mayor: el despojo del territorio afro, el desarraigo y la cultura traqueta de la nueva generación. El turismo no puede funcionar aislado del desarrollo humano de cartageneros, barranquilleros y samarios. Es decir de la población nativa, la cual hace del turismo una actividad viva.

Te puede interesar: El despojo de Barú por Santo Domingo y la vida del restituidor

Factores determinantes

Por tanto, la causa de este fenómeno es más profunda que los medios de prensa nacionales desconocen o miran hacia un lado. Existen dos fenómenos que no se pueden desconocer: el proceso de despojo de su territorio y el fortalecimiento del narcotráfico. Esta situación provocó dos oficios favoritos: el turismo y el tráfico de cocaína.

El abuso a turistas es tan viejo como el despojo a los nativos. Los distintos hechos que narramos en VoxPopuli Digital indican que este neocolonialismo del turismo data de los años 60 cuando los Santo Domingo, los Echavarría  y otras familias paisas y cachacas se concertaron con los alcaldes y demás autoridades locales para comprarles  la tierra a precio de huevos a los nativos. Otras veces, usaron la vieja figura de prescripción adquisitiva fingiendo falsas posesiones, como es el caso de la Hacienda Santa Ana en Barú.

Al escuchar e investigar el sentir de la gente, se podría decir que es el resultado del desespero de víctimas despojadas para salir de la pobreza en forma ilusoria timando a los turistas. En tanto que como causas objetivas empujó a esa población a subsistir por fuera de la agricultura, la pesca, el comercio de sus productos o el servicio doméstico en los centros hoteleros.

Te puede interesar: Despojadores de Barú: ¿Estado, Santo Domingo y Echavarría? (II)

Turistas insatisfechos

Las víctimas de estos abusos, por supuesto, no van a hablar bien de Cartagena ni de Colombia. No van a traer más turistas. La mayoría de los operadores turísticos no entienden que su conducta abusiva está matando lentamente a la Gallina de los huevos de oro. ¿Esto es realidad o manipulación? Las evidencias indican que es una cruda realidad.

La gallina de los huevos de oro (el turismo) muere lentamente. Por parte de las autoridades, hace falta control en calidad de servicios y precios, según lo explicó a VoxPopuli Digital la directora de San Diego Travel, Glenis Aparicio. Ella dice que nos estamos alejando del turismo de familia y cultural que son mejores productos que el turismo depredador sexual y de drogas. Es lo que está llegando a la ciudad.

Te puede interesar: Despojo de Barú, la prueba reina (IV)

Los escandalosos actos de abuso a turistas

A raíz de las últimas publicaciones de algunos medios de comunicación nacionales, como El Tiempo, El Espectador, RCN, Caracol y otros, surgen preguntas para responderlas brevemente en este análisis periodístico. En el caso de los mexicanos, por ejemplo, que subieron a su cuenta la foto de un recibo de pago que no es la factura de cobro, la redacción de Bogotá de El Tiempo tomó la denuncia de una cuenta de X.

De acuerdo con el redactor de la noticia, habló con el protagonista de la denuncia. Denunció de que fue víctima de abuso en un restaurante que le mostraron una carta sin precios.  El problema fue al momento de pagar. Le cobraron $350.000 por el alquiler de un quiosco, $55.000 por una limonada, $35.000 por una porción de patacón, $185.000 por una cazuela, entre otros cobros excesivos.

Luego de que el alcalde le respondiera a través de su cuenta de X, el turista replicó el trino a través de su perfil de X. Dumek Turbay, al principio había puesto en duda el caso de los mexicanos. A los turistas argentinos Gustavo Daniel Hugo y Leticia Troncoso como al colombo-mexicano Andrés Ochoa Silva. les hizo un acto de desagravio ante lo sucedido. Esto es bueno para la imagen corporativa. El problema es más profundo de lo que se piensa. Aquí lo analizamos para buscar soluciones colectivas.

Vea el acto de desagravio del alcalde Dumek Turbay. (Pique allí).

El patrón de estafa

En el caso de los mexicanos, pagaron una lancha para 12 personas que costó $3,4 millones. El tema crítico fue en el restaurante. Estos funcionan con una modalidad en la cual los rebuscadores «capturan» a los turistas a quienes les caen como buitres. Luego el administrador o dueño del restaurante le pone un precio al intermediario y éste consolida el abuso (atraco) al consumidor turístico cobrando tres o cuatro veces el valor real.

Por ejemplo, el operador informal «captura» al turista mexicano. Le busca el quiosco y todo lo que él necesita. Su activo principal en el negocio es ser dueño del «marrano», como jocosamente se dice en el argot popular costeño. En este caso, el dueño del restaurante se concierta con los intermediarios que llevan a los turistas. Nunca pasan una factura. Aquí la DIAN no existe ni tampoco hace operativo. Tampoco la policía turística

El paseo a Cholón les salió por $5.9 millones. Seguramente podría costar menos de la mitad de ese precio. Más que la estafa, aquí se configura un comportamiento delincuencial de muchos operadores. Los agentes turísticos trabajan sin ética y sin formación en la atención al cliente.

Te puede interesar: Despojo secular, tensión y miedo en Barú (III)

Las causas

Pero, las causas subjetivas son más complicadas. Lo cual no es una justificación, pero sí una explicación sociológica que implica una intervención social, formativa y cultural. O sea, que la solución del abuso a turistas no solo es control policivo o administrativo. Esto es solo una parte, ¡la inmediata!

El alcalde Dumek Turbay Paz podría intensificar todas las medidas policivas que quiera y se podría reducir sustancialmente los actos de abuso. Pero, si viene un alcalde zambiloco similar al que él reemplazó, el fenómeno estalla como lo que sucedió en los anteriores años. La ciudad entera necesita un cambio de mentalidad y que haya autoridad. Esto se consigue atacando las causas objetivas, pero fundamentalmente las subjetivas. En este punto se debe transformar la idea inicial de crear la secretaría de Turismo por una secretaría de Desarrollo Económico, Turismo y Cultura. Estos tres componentes no se pueden separar en una ciudad que vive en gran medida del turismo y que es Patrimonio Histórico y Cultural de la humanidad.

Por otra parte, la formación ciudadana es clave. El Estado debe ser garante para construir una nueva ciudadanía con sentido de pertenencia, y que el Instituto Comunal que pretende crear no lo podría hacer. Por el contrario, se convertiría en un incentivo para la corrupción y la depredación del movimiento comunal cooptado por el clientelismo electoral y las malas mañas. ¡Esta es la verdad! Abrimos el debate.

Te puede interesar: Se revive debate sobre despojo de Barú (I)

El turismo, la Gallina de los huevos de oro

Como población desarraigada por el despojo de su territorio, los nativos vienen construyendo una subcultura del cuarto de hora que ven al turista, no como un cliente, sino como la gallinita de los huevos de oro que hay que matarla para tener todos los huevos en un solo día. Es aquella vieja fábula de Esopo donde el granjero avaricioso mató a la gallina de oro para no esperar tanto tiempo para obtener muchos huevos de oro. Pero el descabellado granjero se quedó sin la gallina y sin los huevos de oro.

Sin embargo, con esa descarada conducta están matando a esa gallina mágica que en las temporadas alta le produce muchos huevos de oro a los mismos nativos. Incluso, llegan a cobrar precios macondianos como la mojarra de $600 mil o una simple limonada por $70 mil y que al agregarle tres ceros más, su costo llega a $700 mil. siquiera lo hacen los hoteles de 5 estrellas como Las Américas.

¿Inaudito? Si, inadmisible. Fueron 4 años sin autoridad, y los abusadores se desbordaron en su típica conducta atracadora. Una conducta que le atañe no solo a los operadores informales sino también a los formales. Estos últimos deben cuidarse de esta conducta irracional e ilegal, por lo que se necesita la intervención de las autoridades locales y nacionales. Este hecho se presenta en todas las zonas de turismo de Colombia.

En la próxima entrega explicaremos algunos problemas y soluciones. La crisis actual del turismo brinda la oportunidad para que las autoridades competentes, el alcalde y el gobierno nacional asuman sus corresponsabilidades.

Share.