La Marcha 28A fue un éxito total en todo el país contra la Reforma Tributaria de Duque. Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades. Tuvo algunos brotes de violencia, pero eso no impidió que se desarrollara pacíficamente.
En el Caribe colombiano como en todas las regiones de la nación centenares de miles de personas salieron a las calles. Gente de todas las edades desafiaron al Covid—19 y a la medida judicial que pretendía detener la marcha y el Paro Nacional contra la Reforma Tributaria.
La Marcha 28A
Sin duda, en esta época de Coronavirus, una acción social como la Marcha 28A, se constituye en un hito para enfrentar a un gobierno decrépito como el del presidente Iván Duque.
Para el gobierno de Duque los procesos democráticos propagan el Coronavirus. Por esta razón, hace todo lo posible para impedir su realización. Por ejemplo, considera que la protesta social o esta marcha son perjudiciales en estos tiempos de pandemia. Cosa distinta son las concentraciones humanas en centros comerciales y medios de transportes urbanos. Estos son promovidas para satisfacer el interés comercial e industrial en detrimento de la salud de los colombianos.
Las centrales obreras señalaron once razones para oponerse a la Reforma Tributaria de Duque. El pueblo es obligado a pagar más impuestos mientras la situación económica se hace más angustiosa.
El oportunista de la Marcha 28A
El alcalde de Cartagena, William Dau Chamat, había hecho un llamado para que no se participara en la Marcha 28A. Así lo registraron los diferentes medios de comunicación.
Pero luego de conocerse el aumento de su imagen desfavorable (57.5%) con la encuesta de Yarumo Ecoanalitica, sus asesores le recomendaron darse un baño con las masas proletarias.
Y eso fue posible, porque en su gabinete se encuentra el secretario del Interior, David Múnera, quien siempre ha pelechado de los sindicatos y de la CUT. Ahora busca su pensión con un salario de $13 millones de pesos más gasto de representación.
De cualquier manera, la Marcha 28A, en plena pandemia, fue un desafío a Duque y al Covid—19.
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