¿Petro radicaliza el clima político? Sin duda la propuesta de una Constituyente es un cañar del presidente Gustavo Petro. Esto exacerba el miedo, radicaliza las variantes de la derecha oligárquica colombiana y pone el foco de la discusión en cuestiones abstractas lejos del bienestar de la ciudadanía. De hecho, el primer mandatario crearía un caos mental en sus seguidores y en la oposición. Tiene la capacidad para meterle leña a la controversia y distraer a la opinión pública de su gestión administrativa.
Al mismo tiempo, con este actuar, el Presidente fomentaría un clima peligroso, casi patógeno, con las fuerzas opositoras. Esto es, crea un caldo de cultivo para la radicalización de los sectores más retrógrados del país y estimularía unas condiciones subjetivas para estimular la guerra de ideas dentro de la dinámica del conflicto armado colombiano que nunca se ha desactivado.
¿Es posible una Constituyente?
Convocar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para tramitar las reformas que están estancadas en el congreso, por ahora, no tiene ninguna posibilidad. Por una sola razón, es una iniciativa que debe pasar por el congreso. Y este es el principal obstáculo. Si no ha podido sacar adelante ninguna de las reformas puestas a consideración del legislativo, más lejana estaría la convocatoria de una Constituyente.
Ahora bien. Si la derecha aceptara ese desafío de la Constituyente, Petro, la izquierda y el país saldrían perdiendo. ¿Por qué? Aquí te lo explico.
¿Te interesa? El Caribe le dio la presidencia de izquierda a Gustavo Petro
La Constituyente es constitucional
Ahora bien. Aunque suene absurdo y contrario a la escasa posibilidad de que la fuerza presidencial convoque a una Asamblea Nacional Constituyente, esta siempre va a estar latente. Ella responde a la voluntad de los mandantes y no de los mandatarios. La Constitución Nacional en su artículo 370 señala:
Por ejemplo, en el hipotético caso de que el presidente Petro logre mayoría en el congreso para tramitar la convocatoria de la ANC, no tiene la suficiente correlación de fuerza popular para alcanzar una mayoría ciudadana. Si ello fuera así, las manifestaciones a favor de las reformas y de las iniciativas presidenciales fueran desbordantes y permanente. Los mayores apoyos a las reformas de Petro fueron las marchas del 7 de junio de 2023. Según la Policía Nacional, se movilizaron 16 mil manifestantes.
En tanto que, las manifestaciones contrarias al gobierno, son de mayor impacto desde el punto de vista participativo, si observamos las cifras que nos proporciona la misma Policía Nacional. El 6 de marzo de 2024 se manifestaron 52 mil: Bogotá, 15 mil y en Medellín 35 mil.
Si bien es cierto que Gustavo Petro juró respetar la Constitución de 1991, el hecho mismo de que esté pensando en ir a una Asamblea Nacional Constituyente no significa per se que la irrespete. Si su política transaccional con los caciques del Congreso no le funcionó para tramitar las reformas que presentó, la lógica política lo lleva a pensar en otra instancia democrática superior transitoria. Y esta es la ANC.
¿Te interesa? ¿Cortina de humo vinculación de Nicolás Petro con Lost Prevention? (I)
¿Quién “fractura la democracia”?
Una vez más nos preguntamos: ¿Petro radicaliza el clima político? El hecho de que el Presidente piense en una Constituyente no se puede calificar como “una fractura de la democracia”, tal como lo dicen los diferentes sectores de la derecha colombiana. El mismo Álvaro Uribe lo hizo en 2004 cuando reformó la Constitución con “el articulito 197”. En 2009 se develó su ansia de poder al querer aspirar por tercera vez a la presidencia reformando ese mismo articulito que la Corte Constitucional tumbó. Luego, en 2012, cuando, siendo jefe del partido de la U, se declaró opositor al gobierno de Juan Manuel Santos apeló a la idea de la Constituyente para hacer del congreso una corporación unicameral.
Asimismo, en 2020, Paloma Valencia, destacada senadora del uribismo y del Centro Democrático, en la primera sesión del congreso planteó que se convocara la Constituyente para reformar la justicia cuando un juez envió al expresidente Uribe al Ubérrimo por cárcel.
En otras palabras, la derecha colombiana es la que más deseo tiene de que se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente, pese a que ellos mismos han reformado la constitución de 1991, 40 veces. La izquierda con Petro una sola vez. Es decir, la última en julio de 2023 mediante el Acto Legislativo No 01 de 2023 cuando reconoció al campesinado como sujeto de derechos.
¿Te interesa? ¿Qué hay detrás de la «cogida de moña» de Petro con la Corte por la Fiscalía? (II)
¿Petro radicaliza el clima político?
Sin lugar a equívocos, cualquier cosa que Gustavo Petro proponga siempre va a tener la controversia de sus contrarios. Esas dos corrientes políticas se alimentan con la radicalización de sus discursos y con la controversia. Ni una ni otra podrían existir si no están en este constante pulso para ganar la opinión pública nacional.
El problema es que esa lógica propone una distorsión de la cosa pública que la convierte en un ring sin la menor reflexión de las partes. Este pensamiento patológico crea un caos para enfocarse en temas que no son esenciales a la real situación material y espiritual de los colombianos. Entonces, el debate se vuelve abstracto sin ninguna posibilidad de materializarlo en bienestar para la población.
No se trata de que el Presidente busque conscientemente de radicalizar las contradicciones con su propuesta de Asamblea Nacional Constituyente. Probablemente puede convertirse en un cañazo para decirle a los congresistas “aprueben las reformas o de lo contrario los borro con la Constituyente”. Pero, ni siquiera su metodología transaccional ha podido aceitar el tránsito de sus reformas, ahora, mucho menos producirá efecto una coacción democrática como la ANC. Constituyente que, hoy, podría ser un tiro culatero para el gobierno y la democracia.
¿Te interesa? ¿Se contaminó la elección de Petro con dineros sucios? (VI)