Cuando hoy hubo nuevo aplazamiento (30 de septiembre) de la adjudicación del contrato, el caso del Canal del Dique es una prueba de fuego para el nuevo gobierno. La elección del presidente Petro viene despertando gran expectativa y esperanza entre la ciudadanía olvidada del país que lo eligió. En Santa Lucía-Atlántico, desde las 10 de la mañana del 8 de septiembre de 2022, bajo sol y agua, centenares de líderes llegados de toda la ecorregión Canal del Dique, se dieron cita. Llegaron para esperar a su presidente que debía tener una solución en sus manos.

Pero la realidad fue otra. Mucho discurso y nada de decisión. La gente tampoco pudo entrar. La comunidad asistente fue retenida por las barreras metálicas que la separaba de su presidente. Pero no quedó impertérrita: los presentes gritaron y abuchearon hasta que el presidente llegó y saludó. Así fue el inicio del acto donde se esperaba una decisión sobre el presente de esta subregión.

«¿Es así cómo nos trata el presidente que elegimos? Pero llegará el momento en que el presidente llegue acá».

Una lideresa anónima.
Así registramos el momento en que el presidente Petro debió acercarse las barreras metálicas para saludar a su electorado. Canal del Dique: prueba de fuego para el presidente Petro
Así registramos el momento en que el presidente Petro debió acercarse las barreras metálicas para saludar a su electorado.

La esperada llegada del presidente

En efecto, a las 3:50 de la tarde, Gustavo Petro -guiado por la mano de su ministro del Interior Fernando Prada- llegó hasta donde se encontraba esa masa anónima represada como si fuera un lote de ganado listo para montarlo en los camiones de carga. Y fue así como calmaron los ánimos para reiniciar el acto que estaba citado para la 1:00 pm.

Por lo menos la gente esperaba un cambio inmediato en los procesos participativos. Al respecto, otra joven anónima dijo en cámara:

«Todavía siguen las barreras para el pueblo. Nosotros elegimos a Petro con una ansia de cambio para que las comunidades sean escuchadas y sean incluidas en este tipo de escenario».

«Los mismos de siempre» y la prueba de fuego

De la Esperanza a la Frustración.

La Alianza para la Defensa y Desarrollo del Canal del Dique había designado al abogado Fernando Marimón Romero para que hiciera su intervención. También estuvo Edison Herrera. El escenario estaban los MISMOS DE SIEMPRE. Un dirigente de Colombia Humana de Bolívar muy cercano a Petro, cuyo nombre omito, debió ingeniarse para entrar. Me dijo:

Mira las sillas vacías que están allí, mientras el pueblo se apiña del otro lado. Los lugares de privilegio del evento son para los mismos de siempre. ¡Estamos jodidos!»

Este periodista también debió hacer hasta lo imposible para vencer las barreras. Ese líder, que fuera candidato a la cámara por el Pacto Histórico, me hizo recordar cuando estuvo conmigo organizando la campaña presidencial de Gustavo Petro en 2010.

Te acuerda, Lucio, que en aquella ocasión guiamos el recorrido con Gustavo Petro por el centro histórico. Saludaba al pueblo, el mismo pueblo que lo eligió el pasado 19 de junio del 2022».

Remember

Cristobal Padilla, el barranquillero que siempre ha estado al lado de Petro. Canal del Dique: prueba de fuego para el presidente Petro
Cristobal Padilla, el barranquillero que siempre ha estado al lado de Petro. Aquí cuando uno fue alcalde mayor y el otro alcalde de Ciudad Bolívar. Cortesía.

Esta observación objetiva lo hacemos desde el periodismo ciudadano que practicamos. Cuando me desplazaron forzosamente de Cartagena en 2012, me fui para Bogotá. Allá nos pusimos las botas con Cristóbal Padilla y otros costeños para que Gustavo Petro ganara la alcaldía. Buscamos personajes y personas que le aportaran a la campaña de Petro. Uno de ellos fue mi amigo Jaime García Márquez, hermano del escritor Gabriel García Márquez. Hicimos un acto especial con Jaime y Petro. O sea, fuimos protagonistas de la victoria de Petro para la alcaldía. Lo hicimos incondicionalmente, sin esperar un confite de su administración.

Guillermo Asprilla, gran amigo mío, a quien conocí en 2009 cuando fui precandidato presidencial con Gustavo Petro y Carlos Gaviria, se dio cuenta de eso, en una reunión en el hotel Marriot, me propuso que hiciera el informativo VoxPopuli en Bogotá. Él conocía cómo visibilizamos el liderazgo del padre Bernardo Hoyos Montoya para alcanzar la alcaldía de Barranquilla. Sin embargo, ya había decidido regresar a Cartagena donde me esperaban mis nietas. Una de ellas, en aquel momento, había sobrevivido a una neumonía necrótica.

Este periodista reconoce que tiene 30 años de estar votando por Gustavo Petro. Es decir, me he envejecido apoyando a Petro. Probablemente él no lo sepa. Actúo por convicción y no por estar alienado o embrujado por la personalidad del presidente de Colombia. Por segunda vez, mi voto fue ganador en la presidencia desde que en 1978 (¡hace 44 años!) voté por Socorro Ramírez, la candidata trotskista. En aquella época los trotskistas fuimos perseguidos por el régimen y por las organizaciones estalinistas de izquierda que nos veían como sus enemigos. Y nos odiaban.

La paradoja y la prueba de fuego

¡Qué paradoja! Los que perdieron las elecciones presidenciales el pasado 19 de junio ocupaban los sitios de privilegio en Santa Lucía. Supuestamente era el escenario democrático donde se debía decidir la suerte del Canal del Dique. Era un escenario que, a las claras, dominaba el partido Conservador que votó contra Petro. ¿Podía esperar algo distinto ese pueblo que estaba detrás de las barras metálicas? Indudablemente que no.

Hace dos años, azotados por el covid-19, éramos un puñado de personas que se podía contar con los dedos de las manos. Las mismas personas que debimos hacer toda una odisea para entrar y estar allí presente. Otras se quedaron segregadas detrás de las barreras. Esperábamos que nuestro presidente nos diera las buenas nuevas de cancelar el proceso contractual con Sacyr y ordenar medidas urgentes para atender la emergencia invernal.

La mayor parte de ese puñado de líderes que ahora reclamaban entrar en Santa Lucía, recorrimos cada recoveco del Canal del Dique para escuchar el clamor de las comunidades sobre el macroproyecto Canal del Dique. El periódico local, El Universal, tenía una narrativa diferente con las bondades del macroproyecto. Semana, El Tiempo, Caracol, RCN, entre otros, amplificaban los anuncios de presidencia, la ANI, los gremios económicos, fundaciones y corporaciones que trabajan en la zona de influencia. Las comunidades del Canal del Dique no existían para nada.

Bogando a contracorriente

El presidente Petro en Santa Lucía.

VoxPopuli Digital, como siempre, bogando canal arriba escuchó el clamor de la comunidad. Llegó a nuestra sala de redacción una especie según la cual algunos líderes de las comunidades afros se estaban enfrentando entre sí por plata que venía del gobierno nacional. En el 2020, las alarmas sonaron sobre posibles casos de corrupción por las consultas previas. Verificamos y nos dimos cuenta que se construyeron patrones criminales para capturar a los consejos comunitarios con líderes corruptos. Esto nos llevó a establecer una alianza social con las organizaciones de esta subregión. Todo esto quedó documentados en informes periodísticos del momento. (Leer: Megaproyecto Canal del Dique: El rechazo popular y la renuncia de Cardona).

Pues bien, este 8 de septiembre esperábamos una decisión presidencial. La comunidad hizo una serie de acciones de protesta social para exigirle al presidente Duque que postergara el plazo de la licitación más allá del 12 de agosto. (Leer: Megaproyecto Canal del Dique: El rechazo popular y la renuncia de Cardona). La idea era que el nuevo presidente tomara una decisión política al respecto. Se confiaba más en Petro que en Duque. De manera que la Comisión de Empalme incluyó el macroproyecto Canal del Dique como una de las principales alertas dirigidas al presidente Iván Duque.

«Petro no dijo ¡un carajo!»

En consecuencia, la cita en Santa Lucía era para escuchar la decisión política del presidente Petro una vez escuchara las intervenciones de los actores sociales de la ecorregión. Entonces, se trataba de oír del presidente medidas urgentes frente a la inminente inundación y la necesidad de suspender el proceso licitatorio que no había dialogado con la gente.

Posteriormente, el congreso de la república eligió la Comisión Accidental Bicameral para escuchar a las comunidades y demás estamentos. Esto sucedió en Santa Lucía el 28 de agosto en una accidentada sesión, la misma situación que se presentó el 8 de septiembre. (Leer: Comisión Accidental Canal del Dique y su accidentada sesión). A la semana siguiente, la Comisión le presentó al presidente Petro sus conclusiones, peticiones y recomendaciones extraídas de las comunidades. (Leer: Congresistas trasladan a Petro la última palabra del Canal del Dique).

El presidente llegó después de las 3:30. Pero dos horas más tarde la gente salió frustrada y decepcionada por la intervención del presidente Petro. «No dijo ¡un carajo!» según opinó una de las lideresas entrevistada por VoxPopuli Digital.

«Un hecho histórico»

Máximo Noriega, uno de los líderes del Pacto Histórico del Atlántico que está en la banca. Espera el llamado de su presidente Gustavo Petro.

Máximo Noriega, uno de los dirigentes del Pacto Histórico del Atlántico, tras calificar la visita del presidente como un hecho histórico, manifestó que no era fácil tomar una decisión sobre el macroproyecto del Canal del Dique en ese momento. Además, dijo, que los voceros de las comunidades debieron precisar sus peticiones para que el presidente Petro se orientara sobre lo qué estaba sucediendo.

El evento fue organizado por presidencia en coordinación con la gobernación del Atlántico y la alcaldía de Santa Lucía. Ellos fueron los principales responsables de la organización del evento y no la gente del Pacto Histórico. La Colombia Humana apoyó desde la organización de las comunidades, pero no tenía incidencia en el protocolo presidencial, precisó Noriega.

En efecto, el presidente Petro interrumpió el protocolo para saludar al público, ya que se encontraba emocionalmente alterado detrás de las barreras metálicas que lo separaban donde se encontraban los invitados.

«¡Embustera!» le gritó el público a Elsa Noguera

Personas y organizaciones de diferentes partes de la Ecorregión llegaron para participar sin trabas en el evento que se hacía en su propio territorio. Una de las líderes que no pudo entrar dijo:

«Vinimos a que nos escuchen. Votamos por el cambio y hasta ahora solo hemos encontrado barreras que nos impiden participar.»

Sin embargo, vale la pena mencionar que hubo momento en que los ánimos del público se levantaron cuando intervino la gobernadora del Atlántico Elsa Noguera. Mientras ella intervenía, por ejemplo, un gran sector del público gritaba:

«¡Embustera! ¡Embustera! ¡Embustera!»

Tercer aplazamiento

En el día de hoy el ministro del Transporte, Guillermo Reyes, anunció a los medios de comunicación que la adjudicación del contrato se aplazó para el 30 de septiembre una vez se concluya el proceso de socialización del proyecto. Este es el tercer aplazamiento. El 4 de agosto debió adjudicarse, pero la comunidad se plantó y se anunció que se haría para el 12 de ese mes. Luego con la renuncia de la vicepresidenta de Estructuración, Diana Cardona, la nueva administración lo llevó para el día de hoy.

De otra parte existen varias acciones judiciales contra el proceso de licitación del macroproyecto. Una acción de tutela pidió la suspensión transitoria del proceso.

Sin duda, esta será una prueba de fuego para el presidente Petro. ¿Por qué? El macroproyecto se diseñó según el viejo modelo de contratación del régimen neobonapartista. Este modelo relega a las comunidades, las cuales solo existen para legitimar las decisiones tomadas desde arriba. No son sujetos de derechos y, por ende, no participan de las decisiones ni de los beneficios. Desde la Alianza para la Defensa y Desarrollo de la Ecorregión Canal del Dique-Alianza Canal del Dique, le solicita al presidente revertir ese proceso. He aquí la prueba de fuego.

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