¿Se les acabó la suerte a «Los intocables», a la primera generación de criminales de la AUC que se vinieron a grandes empresarios con el botín de guerra producido por el desplazamiento forzado y otros crímenes de lesa humanidad? La Fiscalía de Francisco Barbosa le reabrió el proceso penal donde el excomandante paramilitar, Juan Francisco Segura Gómez, alias «El Alacrán», sindicado de la autoría material de homicidio agravado, testimonió contra Rafael Antonio Matera Lajud, como autor intelectual de ese crimen. ¿Correrá la misma suerte de Darío Laino Scopetta, alias «Ojitos azules», quien hoy se encuentra en la cárcel pagando dos condenas por homicidio agravado?
Mientras el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, MEBAR, general Jorge Urquijo, aumentó la recompensa a $100 millones por el caso de la masacre de La Loma, la misma institución, la Fiscalía y el poder judicial penal protegen a grandes empresarios emergentes residentes en Curramba, llamados «Los intocables». Pasan por honorables empresarios, cuyas empresas hasta contratan con el Estado.
La impunidad de «Los intocables»
Por ejemplo, el juez Primero Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías de Barranquilla, José Sastoque, se abstuvo de imponerle medida de aseguramiento a Omar Alexander Ladino Vargas (alias ‘El Señor del Portafolio’). A este individuo se le sindica de ser uno de los jefes de Los Costeños. Es el mismo juez que también le dio casa por cárcel a Digno Palomino, sindicado de ser jefe de de Los Pepes, un ala armada de Los Costeños surgida en su pelea contra Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’. ¿Cómo pueden acabar las masacres, sicariatos, microtráfico y narcotráfico, si los presuntos jefes son puestos en libertad como si no fueran un peligro para la sociedad?
La lista es larga. Empezamos hoy con «Los del Matadero». Concretamente con Rafael Matera Lajud. Recibió el alias de «300». Estaba bajo el mando de «Jorge 40» y uno de los principales organizadores del frente ‘José Pablo Díaz’ del Bloque Norte. Ellos ordenaron, no solo la muerte de muchos líderes sindicales y políticos de izquierda de Barranquilla y el Atlántico, sino también de otras zonas del Caribe colombiano. Matera Lajud es sindicado de varios delitos de lesa humanidad, como desplazamiento forzado, homicidio agravado y despojo de tierra.
Como es sabido, Matera Lajud se dio a conocer como uno de los impulsores del Centro Democrático en el Atlántico. Se le recuerda que era el propietario del vehículo blindado donde se transportaba Álvaro Uribe Vélez cuando fue candidato presidencial en 2002. En estas dos décadas se fortaleció económicamente con el botín de guerra y con las posiciones de privilegio alcanzada.
¿Se les acabó su suerte?
Si. Parece que su racha de suerte se les acabó. Volverán al estrado y seguramente correrán la misma suerte de Darío Laino Scopetta, alias «Ojitos azules», quien era uno de «Los intocables» hasta cuando cayó en la cárcel con dos condenas por homicidio agravado.
Rafael Matera Lajud, a pesar de ser objeto de 4 compulsas de copia por declaraciones de jefes paramilitares, entre ellos Salvatore Mancuso y Juan Francisco Segura Gómez, alias «El Alacrán», sigue siendo unos de «Los intocables». Estos parece que tuvieran patente de corso para seguir delinquiendo y evadiendo a la justicia. Sus delitos de lesa humanidad no prescriben, pero distorsiona el justo sentido de la justicia por su prontitud. Nadie los puede meter en la cárcel, salvo que caiga en desgracia como Laino Scopetta. Y parece que este es el caso que le sucederá a Matera Lajud.
[Te puede interesar: Tres perlas del Caribe en poder de la mafia]
Reabren proceso contra Los intocables
De fuentes de entero crédito se supo que este mes de marzo, ¡sorpresivamente! la Fiscalía reabrió un viejo proceso por homicidio agravado en Valledupar a Rafael Matera Lajud. El radicado es el No 218263 por el delito de homicidio agravado, de acuerdo con el oficio No 20510-01-03-05-082 enviado en la citación para los involucrados en el proceso por la fiscal Nancy del Carmen Martínez Iglesias.
El caso había sido archivado en julio del 2022 bajo una suerte de sospechas. Lo extraño, la misma fiscal que lo cerró, recientemente lo reabrió. Pero, todo hace indicar, que surgieron nuevas pruebas contundentes y testimonios que le dan fuerza a la declaración de Juan Francisco Segura Gómez, alias «El Alacrán». Este jefe paramilitar aseguró que el empresario palmicultor y propietario del matadero Camaguey no solo fue financiador de las estructuras de la AUC. También determinó varios delitos con el propósito de buscar el desplazamiento forzado de sus pobladores. Uno de estos homicidios podría llevar a una condena segura a Matera Lajud.
La Sala de Justicia y paz del Tribunal Superior de Barranquilla ordenó investigar a empresarios ligados al poderoso paramilitar «Jorge 40». Entre otros, Jorge Gnecco (asesinado); el dueño del frigorífico Camagüey, Rafael Matera; su socio, Alfonso Macías Vargas; y el palmicultor Darío Laíno Scopetta (condenado y encarcelado).
[Le sugerimos leer el seriado sobre la narcoeconomía en Barranquilla: (La narcoeconomía: el atentado a «Yuyo» Daes y asesinato de Losada (IV). O también: Barranquilla, el Califato Daeschariano es insostenible)].
Las confesiones de Mancuso contra Los intocables
En tanto que, Salvatore Mancuso reiteró que los Matera y Alfonso Macías eran de las estructuras de la AUC. Esto dijo en mayo 2022:
«En el expediente que lleva la Fiscalía aparece el socio mayoritario de la empresa Camagüey, Rafael Antonio Matera Lajud, señalado de ser alias ‘300′; su sobrino Enrique Pérez Matera, alias ‘400′ y a Alfonso Macías Vargas, alias ‘M1′»
Una cosa es cierta: existen muchos procesos donde se encuentran vinculados estos empresarios y no hay voluntad de la justicia para procesarlos. Existen confesiones de paramilitares de todos los rangos. El mismo Mancuso presentó diferentes declaraciones y pruebas que comprometen a Los intocables.
Por ejemplo, según investigadores, en la Fiscalía 15 de la Unidad Especializada contra Organizaciones Criminales existen declaraciones valiosas que podían esclarecer muchos procesos que siguen oscuros. Son declaraciones que afectan a comerciantes, empresarios y políticos. Algunos son testaferros de Rodrigo Tovar Pupo, alias «Jorge 40».
Al fiscal
En 2021, por ejemplo, la Sala de Justicia y Paz de Barranquilla envió una solicitud al fiscal Francisco Barbosa investigar las finanzas de los Matera. De igual manera solicitó que se investigara si el empresario participó en una serie de asesinatos ocurridos en el Copey (Cesar) y Algarrobo, Magdalena.
Ahora que el fiscal tiene el sol a su espaldas, sería un buen legado que antes de terminar su período dejara encaminadas todas esas investigaciones relacionadas con empresarios que se enriquecieron o hicieron plata con los crímenes de lesa humanidad. Cometieron los crímenes pensando en enriquecerse más que en defenderse. Lo hicieron más por cuestión de negocios que por razones ideológicas.