El tesoro de Fecode pasó a manos de un directivo cuestionado. El próximo 9 de agosto, Luis Alfredo Grimaldo Mejía, 63 años, será presentado en Junta Nacional como Tesorero de la Federación. Es un veterano sindicalista, al que ya se le olvidó el olor a tiza o a tinta. Viene de ejercer la fiscalía y la defensa de los derechos humanos de la Asociación de Educadores del Atlántico, ADEA. Sin embargo, la nota discordante y preocupante, por su doble moralidad, la tesorería de la asociación, cargo que también presidió, pagó una millonaria indemnización a varios trabajadores despedidos injustamente por él, cuando fue presidente de la misma organización sindical.
Si eso hizo en la Adea ¿qué se esperará de su administración en Fecode? ¿O acaso lo escogieron en ese cargo para llevar las malas prácticas a la administración de los recursos económicos de la federación? Cuyo presupuesto no se conoce. Tampoco los estados financieros. No existe balance de caja. No se sabe cuánto ingresa y cuántos son sus egresos.
El tesoro de Fecode
Cuando se supo que Grimaldo Mejía fue elegido miembro del Comité Ejecutivo de Fecode con más de 5 mil votos, una de sus víctimas, Aura Márquez, se sorprendió de dicha elección.
“Mi sorpresa se debe a que no esperaba que dicho personaje, acosador de trabajadores y colegas, como lo hizo desde la Asociación de Educadores del Atlántico, Adea, a partir del 2015, tuviese la posibilidad de llegar a obtener la jerarquía que hoy tiene desde Fecode”.
Aura Márquez, trabajadora despedida.
Si los tesoreros anteriores, quizás, heredaron problemas, con el nuevo, se acrecentarán. Existe, al parecer, un desorden financiero en Fecode. Busqué por todos los medios los balances de los últimos períodos. Pero fue una búsqueda infructuosa. Ni siquiera han publicado el presupuesto. No existe. Hice varias llamadas a la nueva fiscal, María Eugenia Londoño Ocampo, pero no obtuve comunicación.
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Amenazan de muerte a trabajadora despedida
Extrañamente, Aura Márquez, después de demandar a la Adea, fue amenazada de muerte cuando se dirigía a su casa. Luis Grimaldo Mejía, siendo representante legal, realizó los despidos de seis trabajadores. Algunos de ellos, le hicieron un mitin en las puertas del sindicato, para protestar contra su política violatoria de los derechos humanos y el no pago de sus salarios, que deliberadamente retenía. Al respecto, algunos directivos de la Adea, en su momento, calificaron el hecho como un maltrato y acoso laboral. Es más, ya antes les había prohibido la entrada a los trabajadores, sin haberlos despedido formalmente.
Evidentemente, Grimaldo, ahora directivo de Fecode, se caracterizó por ser un violador de los derechos sindicales de los trabajadores. Además de despedirlos, los persiguió y los maltrató. Con su acoso laboral quiso llevarlos a la desesperación para que renunciaran. Y como no logró su cometido, procedió a despedirlos.
Así lo denunció Sintraong, el sindicato de los trabajadores de la Adea para ese entonces. En adelante, fue recurrente el señalamiento contra los trabajadores, especialmente en las declaraciones judiciales. Además de ello, ejecutó y coadyuvó un presupuesto millonario ($400 millones) solo con el propósito de “pelear” contra los trabajadores, sus propios afiliados y contra el expresidente Medardo Drago León. Todo, porque éste legalizó las vinculaciones de los trabajadores que posteriormente Grimaldo despidió.
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Fiscalía desestimó denuncia de Grimaldo contra Drago
En el seno de la Adea se presentaron contradicciones entre dos vertientes. Una liderada por Luis Grimaldo y la otra por Medardo Drago. En el marco de esas contradicciones, en forma atípica, el hoy tesorero de Fecode presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General de la Nación, contra Drago, con el fin de disimular su propia falta a los derechos humanos. El ente acusador desestimó dicha petición.
Además, en todas las audiencias de los trabajadores demandantes, Grimaldo siguió acusando infundiosamente a Medardo Dragosin considerar lo dicho por la Fiscalía. En tanto que los fallos judiciales confirmados en segunda instancia condenaron a la Adea a pagar indemnizaciones por cerca de $400 millones.
Con anterioridad, todos los abusos, persecuciones, acosos laborales, fueron denunciados oportunamente en VoxPopuli Digital del 25 de febrero de 2022 y del 24 de julio de 2022. Ahí se puede constatar la conducta antisindical del actual tesorero de Fecode. Todo un comportamiento que no tiene ninguna afinidad con las posiciones del Pacto Histórico, menos con las políticas de Gustavo Petro, las cuales supuestamente defiende.
No obstante, a lo anterior, el señor Grimaldo, a pesar de que las autoridades judiciales demostraron que actuó ilegalmente contra los trabajadores y contra un expresidente de su mismo sindicato, como lo veremos, continuó temerariamente, agotando el presupuesto de la organización y liderando y/o coadyuvando nuevas acciones judiciales contra los trabajadores, afiliados y su “colega”, hasta el momento en que fue elegido, recientemente, ejecutivo de Fecode.
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La persecución de Grimaldo
Con el fin de demostrar la persecución política de Grimaldo a los trabajadores y directivos que no están de acuerdo con su falaz proceder, presentaremos tres elementos fundamentales donde usó el aparato sindical y los recursos de los docentes afiliados para obtener provechos malsanos.
Primero. En el caso de los trabajadores, no bastó con los fallos definitivos en favor de ellos. Grimaldo ―no contento con ello― siendo fiscal de la Adea, instó al sindicato para que acudiera a la Corte Suprema de Justicia haciendo uso del recurso de casación. Con esta conducta patronalista buscaba seguir negando el derecho de los trabajadores. De igual manera, pretendió que el expresidente Medardo Drago respondiera pecuniariamente por las consecuencias de los despidos.
Segundo. Instó y apoyó el “llamado en garantía”, contra el expresidente, Medardo Drago. Pero se estrelló. Sus pretensiones no prosperaron ante la justicia ordinaria. Ésta favoreció al denunciado. Al final quedó demostrado que Grimaldo instrumentalizó el aparato sindical para alcanzar propósitos malsanos que desdicen del sindicalismo honesto que se debe separar de esta conducta amoral e ilegal que viola los derechos humanos de los trabajadores y de sus compañeros directivos.
Tercero. Así se configuró un posible entrampamiento y una persecución sistemática contra sus propios trabajadores y colegas. O sea, que no le bastó realizar una persecución administrativa, sino que también quiso instrumentalizar el poder judicial para lograr sus propósitos mezquinos. Pero, el tiro le salió culatero.
Si hubiese justicia, Grimaldo debía ser procesado en honor a la ética sindical. Sin embargo, como les sucede a los burócratas de las oligarquías, Luis Alfredo Grimaldo Mejía se cayó p’arriba. Este hecho tiene un significado capital, ya que expresa la falta de justicia laboral para los trabajadores.
Lo anterior quiere decir, que, al interior del sindicalismo de los docentes, que deben formar integralmente a nuestros hijos, no tienen ningún recato para violar los parámetros éticos y legales. Pareciera que esos sindicalistas burócratas estuviesen por encima de la constitución y la ley. ¡Y lo están!
Los directivos de la Adea y los nuevos de Fecode deben abrir el debate al interior de los sindicatos de educadores. ¿Cuál es la ideología dominante en el sindicalismo? ¿Cuál es la moral? ¿Qué ética tienen los docentes? ¿Qué principios y pulcritud tienen en las relaciones sociales con sus propios compañeros y los trabajadores? Una cosa es el discurso, las reclamaciones que hacen al Estado y sus pliegos de peticiones, y otra su práctica sindical que va a contrapelo de la ética y la moralidad pública.
¿Qué diferencia existe, por ejemplo, entre Grimaldo y Alexander Vega Rocha? Este último estuvo involucrado en el tema de Odebrech, y después de ser miembro del Consejo Nacional Electoral, lo premiaron con la dirección de la Registraduría Nacional del Estado Civil. ¡Se cayó p’arriba!
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¡Qué dicen las bases?
Si los directivos están contaminados ¿cómo estarán las bases sindicales? ¿Es el mismo fenómeno electoral del sistema que dicen cuestionar? Le achacamos a los dirigentes políticos tradicionales de ser culpables de la alta corrupción que campea en el ejecutivo, el congreso y en el poder judicial. Pero no somos capaces de autocuestionarnos, ya que somos los que elegimos a esa clase dirigente.
En ese sentido, tomando en cuenta que son bases letradas, cultivadas y estudiadas ¿alguna vez cuestionaron la impostura moral y ética de sus líderes sindicales? ¿Lo han hecho con Grimaldo Mejía quien ahora manejará el tesoro de Fecode? ¿Le tienen tanta confianza cuando los dineros en esa federación lo manejan como se administra una tienda de barrio?
Sin duda, si nuestros dirigentes no sirven para servir, deben ser revocados de inmediato. Esa es la verdadera democracia participativa que debe reinar en organizaciones de trabajadores que han pasado toda una vida reclamando sus derechos.
El plenario puede enderezar el camino
Por tanto, ese tema debe ser un debate central para los nuevos directivos de Fecode. Ponerse al día con la nueva era donde debe primar la transparencia de la dirección de los trabajadores. El Plenario Nacional de Juntas Directivas de los sindicatos filiales de la federación del 8 de agosto, y la Junta Directiva Nacional del 9 del mismo mes, ambos en Bogotá, deben abordar el tema ético de sus directivos.
De esta manera, se hace una ruptura con el pasado. Ambos eventos son de importancia, puesto que serían los primeros en cabeza del actual Comité Ejecutivo y sus decisiones marcarán la dirección de la Federación en la finalización del segundo semestre de 2023, como dice la convocatoria de esos eventos.