Homenaje a Alisson, víctima de la agresión sexual del ESMAD. Cortesía.

Alyson Lizeth Salazar Miranda, 17 años, estudiante, murió como una flor pisoteada por el Esmad. Un típico uso de la agresión sexual como botín de guerra. En la noche del 13 de mayo de 2021, fue agredida por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios -ESMAD de la Policía Nacional. La ultrajaron. La maltrataron física y psicológicamente. Diez horas después de su puesta en libertad, se suicidó. Dejó constancia de su muerte.

La fiscalía ordenó una autopsia psicológica para establecer el presunto abuso sexual que habría ocurrido en la noche del 13 de mayo al interior de la URI de Popayán.

La agresión sexual

La joven estudiante se sintió agredida y ofendida en su dignidad de mujer. El hecho, según la información allegada a la Fiscalía, se consumó al interior de la URI de Popayán. Cuando la llevaban arrastrada, parte de su ropa se la habían quitado. Ella dijo que, durante su violento traslado a la URI, la amenazaban de que la iban a violar. Fue una carga emocional que no pudo soportar y optó por quitarse la vida. Una manera de limpiar esa afrenta.

Fueron seis hombres que apresaron a Alisson. ¿Lo pueden hacer de esta forma? ¿Acaso hubo saña? ¿Abuso de autoridad? Es evidente el uso excesivo de la fuerza brutal que se convirtió en una tortura. ¿Puede un cuerpo menudo soportar el despliegue de fuerza física y psicológica de seis individuos entrenados para la confrontación violenta? 

¿Acaso la fuerza emocional de sentirse violentada no puede ocasionar un desequilibrio mental que puede llevar a la víctima al suicidio? ¿Por qué el director de la Policía de Popayán se apresuró a desmentir que Alisson Salazar había sido capturada y detenida y agredida. ¿Por qué dijo que era una «calumnia vil y ruin»? Allí están los videos que lo desmintieron al instante.

Relación causa-efecto

¿Existe una relación causa efecto de este hecho violento y el suicidio de Alysson? El comandante de la Policía de Popayán Ricardo Augusto Alarcón Campos se apresuró a desmentir el hecho. Pero casi al momento, debió tragarse las palabras con las evidencias que publicaron en redes sociales y en los medios de comunicación.

¿Por qué se fijaron precisamente en Alyson? Porque ella grababa con su teléfono la forma brutal cómo el ESMAD reprimía a los jóvenes. Poco después, luego de la identificación de rigor, formalizaron su detención y a las 10:30 se la entregaron a su abuela materna.

Pero allí fue donde comenzó el drama para Alisson. Su mente era un mar de confusión. El período en que la víctima siente ardor, sentimientos encontrados. Pensar que su padre es miembro de la policía, la misma policía que la había agredido sexualmente.

¿Merecía seguir viviendo? ¿Cuál sería su respuesta? El suicidio fue el camino como un mensaje a la sociedad, como una forma de protestar por el trato indigno de una institución que no merece ocupar el rol de protección de la ciudadanía. ¿Nos merecemos tener una Policía Nacional que pisoteé la dignidad de jóvenes como Alysson?

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