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Uno de los hallazgos que llamó la atención en el conteo de votos fue la aparición de una lluvia de tarjetones sin doblar. De 65 mesas abiertas —de dos puestos de votación— se encontraron con más de mil votos que todavía olían a tinta de imprenta. Estaban nuevecitos, sin doblar y sin arrugas. Así se concluyó la primera semana de conteo de votos ordenada por el Juzgado 4° Civil del Circuito de Cartagena como prueba anticipada de un posible fraude.

El litigio de los Hernández con la Fundación Santo Domingo parecería que fuera una historia de enfrentamiento de dos familias por 573 hectáreas de la antigua finca Magulla. Pero lo que realmente sucede es una historia de despojo sangriento de familias afros. Los Hernández Vergara son los verdaderos dueños de la tierra del colegio de Shakira, quien colocó la primera piedra sin saber que estaba manchada de sangre.

El gobernador de Bolívar Vicente Blel recibió una cálida bienvenida: La Secretaría de Salud de Bolívar fue objeto de una sanción del Ministerio de Hacienda que le congeló los giros destinados a los pacientes más pobres del departamento y debe devolver la suma de $25 mil millones que le pagaron indebidamente -mediante tutela- a Ips vinculadas con el Cartel de la Hemofilia.

El top-secret de la reculada de Dau y del apoyo del uribismo se patentizó con la integración de la primera comisión de empalme con lo más granado de la derecha uribista bolivarense: Gabriel Arango Bacci, Mello Otoya y otros. Como hubo una reacción negativa en redes sociales, el “Tractor” reculó mostrando su verdadera misión: capturar a Cartagena para la extrema derecha.

Si los Quiroz están detrás de rejas, a quienes investigué por sus construcciones ilegales, ¿por qué los constructores piratas de alto turmequé siguen construyendo adefesios como Acuarela y Astorga 414 que afectan sustantivamente el patrimonio cultural de Cartagena con la complicidad directa de la Curaduría, Planeación Distrital e IPCC? Por una sola razón: falsifican el contenido de sus resoluciones mediante un concierto para delinquir.

En el atardecer momposino del 13 de enero de 2019 no había huéspedes en el hostal «Casa Alario», ubicado en todo el corazón del centro histórico. Pero ese día, María Victoria del Río Quintana, la anfitriona, había recibido la visita de un joven que había estado internado por asesinato en Asomenores de Turbaco. Casi dos meses después, surgen nuevas hipótesis de las circunstancias, tiempo y modo del crimen que conmovió a la Ciudad Valerosa.