"¡Hebemus fiscal", pareciera decir Luz Adriana Camargo.
“¡Hebemus fiscal”, pareciera decir Luz Adriana Camargo.

¡Habemus Fiscal! ¡Por fin! Luz Adriana Camargo , la ternada elegida, no es un triunfo político de la Corte Suprema de Justicia ni del Presidente de la República. Su inesperada elección señalaría que el principal desafío de la nueva fiscal es Ser autónoma para ponerse al servicio de los mandantes. Es la gran oportunidad para cambiar el curso y la suerte actual de la justicia colombiana. Es el gran reto de transformar la Fiscalía General de la Nación (FGN) en un ente independiente de cualquier ideología política y, en especial, de las organizaciones criminales que mantienen en jaque al país. Ser autónoma significa ponerse al servicio de los mandantes y no del mandatario de turno o de la misma Corte que la eligió.

En efecto, Luz Adriana Camargo Garzón, es abogada de la Universidad de la Sabana. Tiene especialización en Derecho Criminal de la Universidad Libre de Colombia. Acompañó al ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez Gómez, en la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala. En ese equipo fue la coordinadora de Investigación y Litigio. De esta manera, apoyó a la Fiscalía de ese país para la detección y desarticulación de redes criminales que azotaban a Guatemala. Es una jurista que llegó a la terna casi que de relleno.

Se recuerda que en 2005 llegó a la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia. Hizo parte de la recién creada Unidad Especial de Investigación que abrió una matriz de investigación sobre la parapolítica liderada por Velásquez Gómez, magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia. A partir de esta matriz de investigación, cayeron 44 destacados parlamentarios de la Costa Caribe y del país que hacían parte del uribismo. La mayoría fueron condenados.

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¡Habemus Fiscal! La renuncia no desestructuró la terna

Amelia Pérez, la super favorita del presidente Petro renunció.  ¡Habemus fiscal!
Amelia Pérez, la súper favorita del presidente Petro renunció minutos antes de la sesión de elección.

¡Habemus Fiscal! Fue un proceso complicado que puso en peligro la estabilidad institucional. Fue motivo de un duro enfrentamiento entre la Corte y la Presidencia. La favorita, Amelia Pérez, presentó su renuncia -que fue una venia a la bandera- de la terna pocos minutos antes de la Sala Plena que eligió fiscal. Puesto que Amelia ya no contaba para garantizar la victoria, quizás la jugada maestra del Presidente fue recomponer la terna con otra candidata fresca que atrajera a las mayorías.

Ante esa nueva situación creada por la renuncia de la ternada, la Corte Suprema de Justicia sometió a debate y decidió la continuidad del proceso eleccionario porque no halló mérito para suspenderlo. O sea, que la terna no quedó desestructurada, ya que el competente (art. 260 C.N.) para validar dicha renuncia es el presidente y no esa corporación.

Aparte de ese último hecho, vale decir que el equilibrio de poderes públicos se puso a prueba. El presidente Petro apeló a las masas dirigidas por Fecode y la CUT. La Corte, por su parte, hizo gala de su maniobrabilidad dada por la ley, y se tomó el tiempo que quiso o el necesario para: ¡Habemus Fiscal!

¿Qué resultó? Una nueva fiscal que no tenía la preferencia primaria del jefe de Estado. Como se dijo, su favorita era Amelia Pérez, muy afín a su concepción política de progresista del presidente. Su esposo fue un buen fiscal, honesto y transparente. Pero su condición de furibundo petrista no fue el principal hándicap para que ella fuera descalificada por la mayoría de la Corte sino sus contratos con la alcaldía de Petro. Amelia Pérez había logrado 13 votos de los 16 que necesitaba en la sesión del 22 de febrero. Pero el pasado 7 de marzo, se desplomó en las primeras de cambio de las rondas electorales del alto tribunal. Apenas logró que 3 magistrados le acompañaran.

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¿Quién ganó el pulso?

Coogidos de la moña después de esta fotografía.¡Habemus fiscal!

Si bien para el presidente Gustavo Petro la nueva fiscal no fue un triunfo político diáfano, sí puede contribuir a la armonía y a la articulación institucional, siempre y cuando así lo quiera la fiscal Camargo. Enfrentaría el desafío que se propone en VoxPopuli Digital: transformar la Fiscalía para hacerla un ente autónomo y no de bolsillo del presidente de turno y/o de los grupos de poder legales e ilegales. Esta elección es un paso muy importante para iniciar el proceso de fortalecimiento de la justicia y, al mismo tiempo, liberar a la institución de la incidencia mafiosa. Una incidencia que viene desde su nacimiento.

En ese sentido, la fiscal Luz Adriana Camargo llega con una relativa libertad para transformar uno de los entes más desprestigiados del Estado colombiano. ¿Por qué? Primero, porque no fue la favorita del presidente Petro. Quizás fue una candidata presidencial de relleno. Ella no estaba en los planes presidenciales. Segundo, porque realmente Gustavo Petro quería como fiscal a la abogada Amelia Pérez, como quedó al descubierto en el proceso eleccionario.

Por tanto, es tan claro esta tesis analítica que proponemos, que cuando Camargo llegó a última hora a integrar la terna en sustitución de Amparo Cerón carecía de cualquier favoritismo. Con esta modificación, Petro buscaba un consenso de su terna para facilitar la elección de Amelia Pérez por parte de la Corte. Sin embargo, el tiro le salió culatero, debido a que estaba escondido el pasado petrista de la jurista. Cuando el magistrado promotor del nombre de Amelia Pérez estaba a punto de lograr el consenso entre sus pares, se reventó su favoritismo. Gracias a que vivimos en el mundo de internet que nos obliga a ser transparente, la filtración de la actuación de militante petrista de su esposo y de los contratos que suscribió con la alcaldía de Bogotá en los tiempos de Petro, fueron suficientes para que su inminente elección se cayera.

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¡Habemus Fiscal! La lección

La opinión pública que viene criticando la elección amañada de los fiscales desde Gustavo de Greiff Restrepo hasta Francisco Barbosa, recibe con satisfacción la autonomía mostrada por la Corte Suprema de Justicia de no dejarse embelesar de los halagos o de las intimidaciones del poder ejecutivo. Esto es muy importante, ya sea de un presidente de derecha o de izquierda. No podemos cambiar la jáquima y seguir con la misma bestia. ¿Se entiende?

Las estrategias de control de los círculos de poder pretenden una opinión pública esclavizada a sus intereses. ¿Por qué? Porque a través de esas falsas contradicciones y disyuntivas conllevan a una radicalización de dos posiciones opuestas. De esta manera someten a las masas con una cadena diferente (de izquierda o de derecha) pero no deja de ser cadena que esclaviza al ser humano. No lo deja ser libre para decidir. En su época, las palabras de Uribe fueron similares a las de Petro. ¿Cuál es la diferencia?

¡Habemus Fiscal! Luz Adriana Camargo tiene el gran reto de ser la reformadora y transformadora de la Fiscalía General de la Nación. Un paso fundamental para rescatar la justicia que hoy es selectiva y está en manos de las diferentes mafias de poder de Colombia.

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